Las ferreterías de Nariño y sus alrededores tienen un gran aliado para conseguir los artículos que necesitan, pues Casa Andina se ha posicionado en el mercado comercializando materiales de construcción y ofreciendo asesorías y aplicaciones de los productos de su portafolio en la región.
La compañía nació hace más de 50 años y fue fundada por un colombo alemán que residía en Pasto: “Don Elmer”, quien tenía una compañía que comercializaba desde piezas de vehículos Volkswagen hasta tuberías de PVC. Con el pasar del tiempo, el negocio fue evolucionando hasta lo que es hoy Casa Andina, que ahora ofrece gran cantidad de materiales de diferentes proveedores que cubren las necesidades de las personas de la región.
Actualmente, Casa Andina atiende todas las ferreterías de Nariño y Putumayo, recientemente llegó al Huila y al Sur del Cauca, brinda sus servicios y productos a todos los constructores de la ciudad de Pasto e Ipiales y también le facilita sus artículos a clientes finales de la región.
Para esta compañía, generar empleo es uno de sus orgullos más grandes, pues actualmente cuenta con 170 colaboradores formalizados, con oportunidades de ascenso en Casa Andina, y formación técnica y comercial para personas de diferentes carreras que hacen parte de la empresa.
Asimismo, Bernardo Díaz del Castillo, gerente general de la compañía, señala que lo que los ha llevado a seguir vigentes, sobrevivir ante las adversidades y tener buenos resultados es la unión de pasión trabajo y compromiso: “Eso nos ha permitido tener clara nuestra razón social y brindarle bienestar a nuestros clientes, a los socios y a los empleados de la compañía”.
Los retos que se convierten en oportunidades
pues ha tenido que enfrentarse a paros y cierres en las carreteras, escasez de combustible y otras situaciones que los han llevado a tener claro su enfoque ante las adversidades: “Prácticamente todos los años tenemos un mes donde la operación no es normal, por lo que estamos pensando todo el tiempo en el cliente, en cómo satisfacer sus necesidades y en luchar para que nuestros materiales les sigan llegando de alguna manera y les afecte lo menos posible”, menciona Bernardo.
Otras adversidades, como la pandemia, le permitieron a la compañía actuar de una manera positiva y, sobre todo, muy rápida, como lo explica el gerente general de la empresa: “Nos obligaron a cerrar los almacenes pero al día siguiente ya teníamos a nuestro equipo reunido virtualmente. Las operaciones debían continuar para que nuestro flujo de caja no se viera tan deteriorado. Igualmente, siempre mantuvimos esos vínculos de apoyo con los socios, proveedores y clientes”.
Los clientes, una prioridad para la evolución de la compañía
La digitalización de las empresas hace parte del compromiso por responder a las necesidades actuales de los clientes. Por eso, Casa Andina ha hecho grandes inversiones en sistemas de datos que les han permitido mejorar el manejo de la información. Además, la llegada del comercio electrónico a la empresa, los llevó a tener un medio con el que pueden atender con facilidad a los clientes y lograr que más personas interesadas en sus productos los elijan.
En Casa Andina el servicio al cliente es lo más importante y la experiencia les ha enseñado que esta debe configurarse de acuerdo a las particularidades de cada segmento, por lo que sus colaboradores reciben capacitaciones para atender, bajo estándares determinados, a ferreteros, constructores, arquitectos, contratistas y cliente final, entendiendo que cada uno tiene necesidades, búsquedas y características específicas.
Casa Andina es hoy un ejemplo para las empresas que están naciendo en nuestra región y que deben afrontar retos a diario. Para éstas, el mensaje de la gigante ferretera es el de entender los obstáculos como caminos hacia la innovación, poniendo siempre en el centro al cliente, como inspiración principal para la configuración de cualquier estructura de servicio.