Desde su fundación, en 1993, la Clínica Oftalmológica Paredes ha mirado más allá de su presente y de lo inmediato; y ha labrado su crecimiento entendiéndose como un actor social con la capacidad de aportar activamente a la transformación de su región.
Este punto de partida para visualizarse y construirse, les ha permitido a sus fundadores, Victoria E. Saa y el Dr. Edgar Paredes (QEPD), así como a sus hijos, socios y familia, soñar siempre en grande y trazar planes ambiciosos que han ido cumpliendo progresivamente, con un trabajo incansable, una gestión impecable y un servicio basado en la humanización de la salud.
Tal como lo indica Juan Felipe Saa, hijo de la pareja de fundadores, y gerente, desde 2018, de la Clínica, ésta inició con la consigna de ampliar el acceso a servicios integrales de salud visual para la población nariñense, que durante mucho tiempo tuvo una oferta reducida y descentralizada, especialmente para aquellos que habitaban en zonas periféricas:
“Mi papá siempre fue un hombre trabajador. En la familia le decíamos que era una maquinita de trabajo; solía quedarse después de que su agenda del día ya había acabado viendo pacientes que llegaban de otros municipios o de ciudades y pueblos lejanos. Llegaban incluso de la Costa Pacífica a preguntar por mi papá. Él siempre fue una carta abierta para esos pacientes que más lo necesitaban y esa era su forma de mostrar su amor por la región.”
El enfoque que la Clínica ha tenido en el paciente y en el reconocimiento de sus necesidades, más allá de lo estrictamente funcional la ha llevado a conformar, por un lado, una oferta integral en la que prevalecen el bienestar físico y mental de los pacientes, con protocolos de atención y cuidados especializados (y con facilidades incluso de alojamiento y alimentación gracias la fundación con la que trabaja de la mano para acoger a quienes deben recorrer largas distancias para asistir a consultas oftalmológicas) y, de otra parte, a trabajar en proyectos de alto impacto como la creación del primer banco de tejido ocular de la región:
“Éste es uno de los proyectos bandera de nuestra nueva sede. Nariño no cuenta con un banco de tejidos oculares, y hace mucho lo requiere, porque actualmente los nariñenses deben desplazarse hasta Bogotá o Cali para inscribirse en la lista de espera de tejidos (como la córnea o la esclera), que por lo general es larga, debido a que cada banco destina prioritariamente los tejidos a casos locales.”
Esta atención permanente y genuina de la Clínica sobre las necesidades individuales y colectivas de la población en materia de salud ocular es un gran ejemplo para todas las empresas que quieren ser relevantes a largo plazo en sus mercados; pues el hecho de tener un compromiso con la observación continua de las carencias reales ha llevado a la Clínica a reconfigurar su oferta para hacerla mucho más completa, fuerte y vital, así como a implementar innovaciones importantes no sólo de cara a sus pacientes sino también hacia la población en general. De hecho, muy pronto estará disponible la nueva app que la Clínica desarrolló recientemente para acompañar y facilitar el cuidado de los ojos, ayudar a prevenir enfermedades y hacer prediagnósticos oportunos, entre muchas otras funciones totalmente gratuitas.
“Esta app busca acercar al paciente con el especialista; con ella es posible agendar citas, hacer seguimiento a tratamientos, enviar alertas a los pacientes, entregar información sobre patologías y hacer tests; se trata de algo que creamos no por su rentabilidad, sino porque ofrece y genera valor.”
Hoy, la Clínica Oftalmológica es considerada una de las clínicas con los procedimientos más seguros y con una de las mejores atenciones. Además, es la única clínica oftalmológica certificada con la norma Icontec ISO 9001 actualizada, y la primera entidad en salud certificada en protocolos de bioseguridad en la región.
Muy pronto la Clínica Oftalmológica Paredes reactivará su plan de expansión (que busca acercar el servicio de salud a las personas y no al revés, como ha sido tradicionalmente); plan que inició con la apertura de su nueva sede en Ipiales y con la inauguración de la Torre Praga, que constituirá un espacio sin precedentes para la salud ocular en la región, tanto por su capacidad, como por su inversión en tecnología y por la integración de supraespecialidades disponibles las 24 horas, que actualmente son muy limitadas en Nariño y que garantizarán un servicio permanente, así como un mejor seguimiento y una mayor facilidad de acceso a los pacientes.