“No vendemos materia prima; le compramos la materia prima a distintos productores, la transformamos y le damos valor agregado, y ese valor agregado se queda aquí: en Colombia”
Hablamos con Jorge Mario Salazar, gerente de Carnes del Sebastián, una empresa orgullosamente pastusa, que desde su fundación no ha parado de crecer y que hoy es uno de los principales actores del sector empresarial de la región.
Carnes del Sebastián, que empezó como un emprendimiento familiar, dedicado a actividades agropecuarias en un pequeño terreno, se ha convertido en una empresa con capacidad de exportación y con una gestión operativa consolidada, que genera empleos estables en nuestra región y produce alimentos de altísima calidad, que en la actualidad se distribuyen de extremo a extremo en Colombia, incluso en grandes superficies y cadenas masivas, como Tiendas D1.
Después de 30 años de trabajo arduo y constante, Jorge Mario ha confirmado que el ingrediente más importante en su negocio es la vocación; la suya y la de su equipo, al cual reconoce como la razón principal de su crecimiento:
“Nuestro logro más importante ha sido afianzar nuestra planta operativa. Y cuando hablo de planta, me refiero al personal, más que a la infraestructura física. Los equipos y las máquinas se pueden conseguir con capital propio o con un préstamo. Pero para que funcionen adecuadamente se requiere recurso humano, y una sumatoria de esfuerzos y conocimientos.
Aunque Carnes del Sebastián sigue construyendo su historia, ya ha significado un antes y un después para Nariño; no sólo se ha constituido como una empresa productora que transforma materias primas y las distribuye localmente en un país que hasta hace unos años en mayor proporción vendía sus materias primas y compraba productos procesados a otros países, también fue la primera empresa de carnes en tener cadena de frío, un personal capacitado en manejo de carnes y una gestión basada, en su totalidad, en el cumplimiento de la normatividad sanitaria. Por eso, para Jorge Mario, el aporte más grande de los primeros años de la empresa fue dignificar y darle proyección al oficio de la carnicería, que por muchos años estuvo rodeado de prejuicios:
“Vencimos los prejuicios y le dimos dignidad y altura al trabajo. Donde muchos veían problemas, nosotros vimos una oportunidad. Somos orgullosamente carniceros. Carniceros de vocación, y conocemos el trabajo desde abajo.”
Hoy, la empresa no sólo busca llegar a mercados internacionales; tal como nos lo expresó Jorge Mario, Carnes del Sebastián tiene un propósito claro, presente en cada una de sus acciones: el de inspirar a otros a creer que sí es posible construir en Nariño empresas sólidas, rentables y competitivas dentro y fuera del país:
“Nuestra empresa está en Pasto y los impuestos que pagamos se quedan en Pasto. No vendemos materia prima; le compramos la materia prima a distintos productores, la transformamos y le damos valor agregado, y ese valor agregado se queda aquí: en Colombia. Debemos romper tabúes y dejar de pensar que somos la cola de Colombia. Para las generaciones nuevas, el mensaje es que sí podemos emprender.”